Deducción por obras de mejora en vivienda habitual: beneficios y requisitos

La deducción por obras de mejora en vivienda habitual es un beneficio fiscal que permite a los propietarios de viviendas obtener una reducción en el impuesto sobre la renta por las inversiones realizadas en mejoras energéticas y de eficiencia en su hogar. Esta medida tiene como objetivo promover la eficiencia energética y la rehabilitación de viviendas, incentivando a los propietarios a realizar obras que contribuyan a reducir el consumo de energía y mejorar la calidad de vida en sus hogares.

¿Qué se considera obra de mejora en vivienda habitual?

Se consideran obras de mejora en vivienda habitual aquellas actuaciones que tengan como finalidad la mejora de la eficiencia energética, la conservación, la accesibilidad o la calidad de vida en el hogar. Algunas de las obras que pueden beneficiarse de esta deducción son:

  • Instalación de sistemas de calefacción y refrigeración eficientes.
  • Aislamiento térmico y acústico de la vivienda.
  • Mejora de la envolvente del edificio para reducir las pérdidas de energía.
  • Renovación de instalaciones eléctricas y de fontanería.
  • Instalación de sistemas de energía renovable, como paneles solares o aerogeneradores.
  • Adaptación de la vivienda para facilitar la movilidad de personas con discapacidad.

¿Cuánto se puede deducir?

El importe máximo que se puede deducir por las obras de mejora en vivienda habitual es de 1.000 euros al año. Esta deducción se aplica sobre el 20% de las cantidades satisfechas en el periodo impositivo por las obras realizadas. Es decir, si se han invertido 5.000 euros en obras de mejora, se podrá deducir el 20% de esa cantidad, es decir, 1.000 euros.

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¿Cómo se aplica la deducción?

Para poder beneficiarse de la deducción por obras de mejora en vivienda habitual, es necesario contar con un certificado de eficiencia energética que acredite la eficiencia de las obras realizadas. Este certificado debe ser emitido por un técnico competente y registrado en el organismo correspondiente.

Además, es importante tener en cuenta que la deducción se aplica de forma progresiva durante cuatro años. Esto significa que cada año se podrá deducir un máximo de 1.000 euros, hasta alcanzar el importe total de las obras realizadas.

¿Qué obras no se pueden deducir?

Existen algunas obras que no pueden beneficiarse de esta deducción, como aquellas que se realicen en segundas residencias o en viviendas alquiladas. Además, no se podrán deducir las cantidades satisfechas en concepto de mobiliario, electrodomésticos o elementos decorativos.

Preguntas Frecuentes – FAQ

¿Qué reformas se pueden desgravar?

Se pueden desgravar las obras de mejora realizadas en la vivienda habitual. Estas obras deben estar destinadas a la conservación, la accesibilidad o la eficiencia energética de la vivienda.

¿Qué se puede desgravar en la declaración de la renta 2023?

En la declaración de la renta 2023, se puede desgravar el 20% de las cantidades pagadas por las obras de mejora en la vivienda habitual, con un límite máximo de 6.000 euros.

¿Qué puedo desgravar de mi vivienda habitual?

Además de las obras de mejora, se pueden desgravar también los gastos de adquisición de la vivienda habitual, como los intereses de la hipoteca, los gastos de notaría y registro, y los impuestos de transmisiones patrimoniales.

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¿Cuánto se puede desgravar por obras en casa?

Se puede desgravar el 20% de las cantidades pagadas por las obras de mejora en la vivienda habitual, con un límite máximo de 6.000 euros en la declaración de la renta 2023.

Claves para entender el artículo

La deducción por obras de mejora en vivienda habitual es una medida que fomenta la eficiencia energética y la rehabilitación de viviendas, ofreciendo un incentivo fiscal a los propietarios que realicen inversiones en mejoras energéticas y de eficiencia en sus hogares. Esta deducción permite reducir el impuesto sobre la renta en un máximo de 1.000 euros al año, aplicando un 20% sobre las cantidades satisfechas en el periodo impositivo por las obras realizadas. Es importante contar con un certificado de eficiencia energética que acredite la eficiencia de las obras, y tener en cuenta que la deducción se aplica de forma progresiva durante cuatro años.

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